El amor estaba escondido

El amor estaba escondido

como la almendra en la corteza.

Agazapado suavemente,

circulando cálidamente.

Y era preciso detenerlo,

paralizarlo y congelarlo,

encadenarlo en líneas, ritmos,

desarraigarlo de su tránsito,

darle bulto, darle reposo,

encerrarlo en unas figuras

que no sean hija ni madre,

sino materia de amor,

sino parpadeo de estrella

que no se extingue nunca. Llama

salvada de su acabamiento,

hecha presente para siempre.

 

 

 

 

 

José Hierro

El amor estaba escondido

En Cuaderno de Nueva York

Hiperión, 1998

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir