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lamento por las manos de astor frederick
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cuando astor frederick murió
plegó alitas y dejó sobre todo sus penas
y como un brillo o resplandor
que lo seguía en el entierro
ni perro ni hombre ni mujer ni gato seguían su cajón
por la calle dorada en la mañana de mayo paciente
pero sí el brillo o resplandor
como cantándole cantándole
decía el brillo “astor frederick se va por aquí
al país donde todos se reúnen
sigo las huellas de sus pies besándolas
pero él ya nunca estará solo”
decía el brillo “astor frederick ya nunca más se apenará
de pueblo en pueblo y por alturas su joven corazón
marcará el paso de las lunas
se comerá flores que mueren”
ojalá ojalá repetían los arcos las piedras podridas de la calle
las pieles de la calle meciéndose por donde
astor frederick sus restos los restos de su dentadura etc
pasaban a gloria mayor
¡ah frederick en la cajita!
lo empaquetaron mucho para siempre
y aunque él no quisiese otra cosa que amor como abrigo o fortín
es como si faltara
la tierra del cementerio de Oak
se lo comió casi por todas
menos las manos eso sí
apoyadas la una en la otra
del silencio que astor frederick hizo
creció una pájara de viento que le volteaba el corazón
menos el brillo o resplandor
cala del mundo mundo mismo
y esta es la historia de astor frederick ea
ninguna pus paloma o reventón se alzaba nunca de sus nuncas
menos las manos eso sí
apoyada la una en la otra
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Juan Gelman
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lamento por las manos de astor frederick
Poemas de sidney west
Traducciones III (1968-1969)
Seix Barral Poesía Brave
Buenos Aires 1994
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