[ezcol_1half]                     

Decía hielo

¿Qué dijo?

¿Qué decía? Palabras, eso sí,

palabras eran, pero ¿qué palabras?

Caían sobre una mesa. Y había luz.

Una luz muy oscura.

Ahora las manos se agrietaron

buscando los sonidos, revolviendo

agujeros, bolsillos falsos, nidos

abandonados, hojitas de musgo

y hojas secas: todo lo quieto. Sacude

los recursos para encubrir, por si cayeran,

las palabras, al suelo, con un sonido comprensible.

[/ezcol_1half][ezcol_1half_end]

 

 

Pregunta

a los árboles del más allá, de vez en cuando,

si se acuerda, al llanto de los helechos y a la nuez

en que la luz, copo de fe, se encierra.

Porque asegura

que las oyó y eran como rastrojos, nudos

de alambre, manzanas podridas y un rostro

volcando todo eso, echando todo eso, tan frío,

en la nuca inocente. Y helaba la dulzura.

¿Dónde se han escondido? ¿Desde dónde

la miran, las palabras, agazapadas, riéndose

de que no las encuentre, tan torpe?

Que se muera buscándolas, dirán.

Tal vez al otro lado…

[/ezcol_1half_end]

 

 

 

 

.
Julia Uceda

Decía hielo

De En el viento, hacia el mar

Fundación J. Manuel Lara

2003

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

la no vida

 

sin espacio para la expresión
del dolor, —como hacen los artistas.

 

es posible

 

Es fácil y probable,
que al pasar los años, se desconozcan

 

belleza

 

Era tan guapa
que no llamaba
la atención