Miré el dibujo…

Miré el dibujo que hacían las hojas amarillas al caer.

En un mal libro se leía; «El alma sensitiva…»

Pero, en ese instante entró el Cielo.

Y estaba allí sentado entre los muebles vetustos

y las jarras grandes como criaturas.

Al paso y al caer de la tarde según su costumbre, se colmó de margaritas.

Yo, también, me puse el vestido más vistoso, las cuentas con luces,

y me peiné de un modo rebuscado.

El cielo empezó a mirarme singularmente.

Yo me aterré y di un grito, que, como en los sueños, no se oyó.

Y corrí a la ventana y me oculté entre las persianas.

Por la calle no pasaba nadie.

El cielo me atrapó. Yo le dije: Te odio.

Vas a devorar a todos mis congéneres. Y, a todo, tornas invisible.

El me hablaba y no se entendía.

Desplegó todas las alas.

Y con sus testículos numerosos y celestes me amaba y me hacía trizas.

 

 

 

Marosa di Giorgio

de Membrillo de Lusana

Los papeles Salvajes

 


 

El conjunto de su obra, reunida en Los papeles salvajes, se amplió a dos volúmenes que incluyeron

La liebre de marzo, Mesa de esmeralda, La falena, Membrillo de Lusana y Diamelas de Clementina Médici.

Sus obras completas están reunidas en Los papeles salvajes I y II; Los papeles salvajes II se publicó en 2002.


 

 

 

 

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