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Me gustan las mujeres que envejecen

Me gustan

las mujeres que envejecen

como prisioneras de sus arrugas, los cabellos

cayendo por los negros hombros del vestido,

la mirada que se pierde en la tristeza

de los cortinajes. Esas mujeres se sientan

en las cornisas de las salas, mirando para afuera,

hacia el atrio que no veo, desde donde estoy,

aunque adivine ahí la presencia de

otras mujeres, sentadas en bancos

de madera, hojeando revistas

baratas. Las mujeres que envejecen

sienten que las miro, que admiro sus gestos

lentos, que amo el trabajo subterráneo

del tiempo en sus senos. Por eso esperan

que el día corra en esta sala sin luz,

evitan salir a la calle, y dicen quedo,

varias veces, esa elegía que sólo sus labios

pueden cantar.

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Gosto das mulheres que envelhecem

Gosto das

mulheres que envelhecem,

com a pressa das suas rugas, os cabelos

caídos pelos ombros negros do vestido,

o olhar que se perde na tristeza

dos reposteiros. Essas mulheres sentam-se

nos cantos das salas, olham para fora,

para o átrio que não vejo, de onde estou,

embora adivinhe aí a presença de

outras mulheres, sentadas em bancos

de madeira, folheando revistas

baratas. As mulheres que envelhecem

sentem que as olho, que admiro os seus gestos

lentos, que amo o trabalho subterrâneo

do tempo nos seus seios. Por isso esperam

que o dia corra nesta sala sem luz,

evitam sair para a rua, e dizem baixo,

por vezes, essa elegia que só os seus lábios

podem cantar.

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Nuno Júdice


Me gustan las mujeres que envejecen

Traducción de Luis B. Cortés

Antología

Visor Libros

Madrid 2003

 

 


 

 

 

 

 

 

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