russell edson

          el túnel

 

 

una piedra no es de nadie

 

Un hombre tendió una emboscada a una piedra. La atrapó. La hizo prisionera.
La puso en un cuarto oscuro y la mantuvo en vigilancia el resto de su vida.
Su madre le preguntó por qué.
Él dijo, porque está cautiva, porque ha sido capturada.
Mira, la piedra está dormida, dijo ella, no sabe si está en un
jardín o no. La eternidad y la piedra son madre e hija; eres tú
quien está envejeciendo. La piedra solo está durmiendo.
Pero la atrapé, madre, es mía por conquista, dijo él.
Una piedra no es de nadie, ni siquiera de sí misma. Eres tú quien ha sido conquistado;
estás preocupado por el prisionero, que eres tú mismo, porque tienes miedo de salir,
dijo ella.
Sí, sí, tengo miedo, porque nunca me has querido, dijo él.
Es cierto, porque siempre has sido para mí como la piedra es para ti, dijo ella.

 

 

 

A Stone Is Nobody’s

 

 

A man ambushed a stone. Caught it. Made it a prisoner.
Put it in a dark room and stood guard over it for the rest of his life.
His mother asked why.
He said, because it’s held captive, because it is the captured.
Look, the stone is asleep, she said, it does not know whether it’s in
a garden or not. Eternity and the stone are mother and daughter; it is you
who are getting old. The stone is only sleeping.
But I caught it, mother, it is mine by conquest, he said.
A stone is nobody’s, not even its own. It is you who are conquered;
you are minding the prisoner, which is yourself, because you are afraid
to go out, she said.
Yes yes, I am afraid, because you have never loved me, he said.
Which is true, because you have always been to me as the stone is
to you, she said.

 

 

 

for Frances

 

 

THE TUNNEL: selected poems
Russell Edson
Field Poetry Series 3
1994

from The Very Thing That Happens 1964

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir