versión modificada del poema El vals de Vicente Aleixandre

 

Eres hermosa como la piedra,
        oh difunta;
oh viva, oh viva, eres dichosa como la nave.

vicente aleixandre

 

 

espadas como labios

 

1932

 

el vals

 

 

Eres hermosa como la piedra,
oh difunta;
oh viva, oh viva, eres dichosa como la nave.

Esta orquesta como una negligencia,
ignora el vello de los pubis,
ignora la risa que sale del esternón

 

Las damas aguardan su momento,
disimulando la humedad.
Pero el vals ha llegado.
es un entrechocar de tacones, de espumas.

 

Pechos exuberantes en bandeja,
dulces tartas caídas,
una languidez,
un beso sorprendido,
un dulce sí de cristal pintado de verde.

 

Un polvillo de azúcar
y una blancura y las manos
y los vestidos hechos de esparto querido.

 

Como una bola enorme ha llegado el instante,
el momento de la desnudez cabeza abajo.

 

Es el instante, el momento,
el momento en que los vestidos se convertirán en aves,
las ventanas en gritos,
y ese beso que estaba (en el rincón) entre dos bocas
se convertirá en una espina:
Yo os amo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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