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a quiet normal life

 

 

His place, as he sat and as he thought, was not

In anything that he constructed, so frail,

So barely lit, so shadowed over and naught,

As, for example, a world in which, like snow,

He became an inhabitant, obedient

To gallant notions on the part of cold.

It was here. This was the setting and the time

Of year. Here in his house and in his room,

In his chair, the most tranquil thought grew peaked

And the oldest and warmest heart was cut

By gallent notions on the part of night –

Both late and alone, above the crickets’ chords,

Babbling, each one, the uniqueness of its sound.

There was no fury in transcendent forms.

But his actual candle blazed with artifice.

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 una callada vida normal

 

 

Su sitio, sentado y pensando como estaba, en nada

estaba que él construyera, tan frágil,

tan poco iluminado, tan cubierto de sombra y nada,

como, por ejemplo, un mundo en que, como la nieve,

se volviera un habitante, obediente

a ideas nobles por parte del frío.

Estaba aquí. Este era el entorno y la época

del año. Aquí, en su casa y en su cuarto,

en su silla, el más tranquilo pensamiento culminaba

consumido, y el corazón más viejo y más cálido lo cortaban

ideas nobles por parte de la noche:

tarde y a solas, por encima de los acordes de los grillos,

balbuceando, cada uno, la unicidad de su sonido.

Furia no había en transcendentes formas.

Pero su vela verdadera llameaba con artificio.

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Wallace Stevens,

The Rock (1954), in Collected Poetry and Prose (The Library of America 1997)

 

“La Roca”, traducido por Daniel Aguirre (Editorial Lumen, España, 2008)

 

 

 

 

 


 

 

 

 

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