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Y no amanece

 

 

 

El sol de medianoche entró por la ventana

y con la luz de un coche se iluminó tu cara,

la lluvia que mojaba tus calles tan lloradas

quisiera que limpiara también tu alma,

y no amanece, y no amanece, y no amanece.

 

 

               La luz del sol gritaba tu nombre tan lejana

tus párpados trataban de no oír la llamada,

y no amanece en tu cara,

y no amanece en tu espalda,

y no amanece en casa.

 

 

                El ruido de la calle también te recordaba

pero al coger tu mano no despertabas,

y no amanece en tu cara

y no amanece en tu espalda

y no amanece en casa.

Y no amanece en tu cara,

y no amanece en tu espalda,

y no amanece en casa,

 

y no amanece,

y no amanece,

y no amanece.

 

 

 

 

 

 

 

 

Los Secretos

 

Adios tristeza – 1983

Dro East West  S.A.

 


 

 

 

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