Vilas parece tener fuerza. Sin embargo, todavía no sabemos si se trata

de una genuina fuerza poética. Puede ser solamente su carácter o la seguridad

en sí mismo. Puede provenir de que no se sienta responsable de la poesía

que escribe, ya que es novelista. O de que es una buena temporada para él,

por cualquier motivo o sin ninguno reconocido. 

Hay que insistir. Quizá la fuerza sea poética.

 

manuel vilas

 

el hundimiento

 

 

 

 

ed. visor

madrid

2015

 

 

 

forever in blue jeans

 

 

 

Recuerdo tu pelo rubio bajo el sol del Mediterráneo.

Tú tenías quince años y me dejaste que te besara.

Vendería mi alma al Diablo, al Rey de España,
a la Reina de Inglaterra, al Presidente de los Estados Unidos,
al Papa de Roma,
por regresar indemne a ese momento.

Caminábamos de la mano, aquella noche estrellada,
al lado del mar iluminado.

¿En qué triste matrimonio vives ahora o tal vez ya estés muerta?

O no te casaste, y vives sola, o con un novio nuevo de vez en cuando.

Qué más da.

Anda, llámame, seguro que aún estás por ahí.

Preséntame a tus hijos, igual alguno quiere ser escritor
y le puedo echar una mano con las faltas de ortografía,
porque con otra cosa no.

Si volviera a verte, acabaría odiando la tierra, la vida y la luz.

No vuelvas nunca.

Que qué tal me ha ido.

Eso se te ocurre preguntarme.

No me ves: soy el hundimiento.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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