Caballos en la nieve

Que esta página salve aquel momento:

la senda de hojarasca

que sonaba encharcada a nuestro paso

bajo la rumorosa cúpula del hayedo

{ahora aspiro ese aroma fecundo del otoño),

y el remoto fulgor de la nieve temprana:

Okolín y Sayoa. Arriba campas frías

-aquel áspero viento que llegaba de Francia con

bordas en ruinas. Bajo el gris invernizo,

por un alto helechal con nieve polvorosa

-todo como una foto en blanco y negro-,

repentino, al trote,

unos caballos de greñudas crines.

Símbolo de otra cosa lejana (y de muy dentro)

que yo desconocía, y desconozco,

los dejo en estos versos. Aunque nunca consiga

saber qué significa un trote de caballos

sacudiendo la nieve de unos helechos negros.

 

 

 

Miguel d’Ors

Caballos en la nieve

En La imagen de su cara, 1994

 

 

 

 


 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

radiografía

 

Algo que ahora sé, no tendría que haber ocurrido.

 

 

oficio

 

Algunos de mis amigos se hartan de lo mismo;
y ellos no escriben poemas.

 

balconcillos 19

 

Hay suficiente belleza en estar aquí y no en otra parte.