Me escribe Napoleón:

«El Colegio es muy grande,

nos levantamos muy temprano,

hablamos únicamente en inglés,

te mando un retrato del edificio…»

Ya no robaremos juntos dulces

de las alacenas, ni escaparemos

hacia el río para ahogarnos a medias

y pescar sandías sangrientas.

Ya voy a presentar sexto año;

después, según las probabilidades,

aprenderé todo lo que se deba,

seré médico,

tendré ambiciones, barba, pantalón largo…

Pero si tengo un hijo

haré que nadie nunca le enseñe nada.

Quiero que sea tan perezoso y feliz

como a mí no me dejaron mis padres

ni a mis padres mis abuelos

ni a mis abuelos Dios.

.

 

 

 

Salvador Novo

El amigo ido

Poesía

S. L. Fondo de Cultura Económica de España

México 2005

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

eternidad

 

La vida vibrante entrando a borbotones; barriendo toda duda.

seis de corazones

 

Pero si lo piensas
con ese amor que sigue latiendo, cuando
el corazón deja de latir