alejandra pizarnik

y una rosa que se abre para traicionar

 

Los poseídos entre lilas

 

II

 

Si viera un perro muerto me moriría de orfandad pensando en las

caricias que recibió.

Los perros son como la muerte: quieren huesos. Los perros comen huesos.

En cuanto a la muerte, sin duda se entretiene tallándolos en forma

de lapiceras, de cucharitas, de cortapapeles, de tenedores, de ceniceros.

 

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