Era todo tan triste y tan absurdo.
No vivías apenas. Te colgabas
de la pared de la melancolía
y veías pasar las lentas horas
que hacia nada conducen y hacia nunca.
Las mujeres te habían retirado 
su protección, los dioses su asistencia
y la literatura su cobijo.
Fueron tiempos difíciles aquéllos.

 

 

 

 

 

 

 

 

Luis Alberto de Cuenca
LOS MUNDOS Y LOS DÍAS
Poesía 1970-2005
Colección Visor de Poesía

____________________

 

 

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Te puede interesar

180°

 

Todo se ha dado la vuelta

 

evanescencia

 

Para mí vivir es recordar cuando vivía

 

la obra

 

Buscaba,
con avidez el sentido de la vida