Detrás de una roca desprendida de la montaña nace un brote.
Es gris, por eso pasa desapercibido tanto tiempo
pese a sus tonos violetas curadores.
Como sucede en todos los órdenes de la vida, alguien lo ve
y corre la voz.
Ahora, hacen peregrinaciones secretas, una especie
de turismo balsámico y de hechizo. Los que pueden pagar
el ticket
empujan la puerta, se paran y lo admiran.
Detrás de la montaña un gigante espera. No tiene máscara.
Estornuda. Los paseantes escuchan un llanto
y sospechan.
Detrás del gigante sin máscara
se agazapa el miedo
a no tener ya miedo.
Detrás del último detrás flota la suerte del animal
que no recuerda.
Mabel Bellante
textosintrusos-2014 Argentina
del libro ebelina
Coño cipriani… (disculpas, es una expresión propia que sólo uso en ocasiones como está):
otra cabecera, pero -si cabe- supera a la que acabo de ver: esta tiene profundidades e
insospechados claroscuros: más esos tonos en oro y otoño que no me caben en la experiencia.
Si seguimos así no se podrá sobrevivir en este blog: eres hermosa como la dificultad de respirar
en un cuarto cerrado, dijo el bueno de aleixandre… a eso me refiero.
No digo nada del poema de Mabel porque merece un comentario aparte.
Narciso
Gracias por compartir belleza
Es un placer compartirla,
no añado nada más, porque el comentario es demasiado bonito
abrazo
Ángel