El Heotontimorumenos
Para J.G.F.
Yo te golpearé sin cólera
Y sin odio, como un leñador,
¡Como Moisés la roca!
Y haré de tus párpados,
El Heotontimorumenos
Para J.G.F.
Yo te golpearé sin cólera
Y sin odio, como un leñador,
¡Como Moisés la roca!
Y haré de tus párpados,
Las joyas
La que yo amo, desnuda, y conociendo mi alma,
Sólo se había dejado sus joyas más sonoras,
Cuyo rico boato le daba aire de triunfo
Como sus días felices a las siervas de Moros.
A la una de la mañana
¡Solo por fin! Ya no se oye más que el rodar de algunos coches rezagados y
derrengados. Por unas horas hemos de poseer el silencio, si no el reposo. ¡Por fin
desapareció la tiranía del rostro humano, y ya sólo por mí sufriré!
Una carroña
Te acuerdas del objeto que vimos, mi alma,
esa bonita mañana de verano, tan dulce:
en el recodo de un camino, una carroña infame
sobre un lecho sembrado de piedras,
Un gracioso
Era la explosión del año nuevo: caos de barro y nieve,
atravesado por mil carruajes,
centelleante de juguetes y de bombones, hormigueante de codicia
y desesperación: delirio
oficial de una ciudad grande
Los perros buenos
Nunca me avergoncé, ni aun delante de los escritores jóvenes de mi siglo,
de admirar a Buffon; mas hoy no he de llamar en mi ayuda al alma de ese pintor
de la Naturaleza pomposa.
No.
De más buena gana me dirigiría a Sterne, para decirle:
A una malabaresa
Son finos cual tus manos tus pies, y tu cadera
Produciría envidia a la blanca más bella;
Tu cuerpo es suave y cálido para el artista absorto,
Más negros que tu piel son tus ojos de raso.
El frasco
Hay fuertes perfumes para los que toda materia
Es porosa. Se diría que penetran el vaso.
Al abrir un cofrecillo llegado del Oriente
El gato
Ven, mi hermoso gato, sobre mi corazón amoroso;
retén las garras de tu pata,
y déjame sumergir en tus bellos ojos,
mezclados de metal y de ágata.
Una noche en que estaba junto a una horrible judía
Una noche en que estaba junto a una horrible judía,
Como un cadáver tendido junto a un cadáver,
Me puse a pensar, al lado de aquel cuerpo vendido,
Las muchedumbres
No a todos les es dado tomar un baño de multitud;
gozar de la muchedumbre es un
arte; y sólo puede darse a expensas
del género humano un atracón de vitalidad aquel a
La giganta
Cuando la Naturaleza con su poderosa inspiración
concebía cada día hijos monstruosos,
hubiera querido vivir junto a una joven giganta,
como un gato voluptuoso a los pies de una reina.
Extraordinario poema
Aprecio enormemente muchos de los poemas de ¨De una niña de provincias que se vino a vivir en un Chagall¨,…
[…] “Al sol de Prestatyn” es un poema de Phillip Larkin donde se describe un cartel que encontramos al paso en una carretera.…
La alfabetización nos va a llevar a mundos que aún no son explorados para las personas que no exploran las…
Estos intelectualeeees... Ángel
Pues se agradece, Master, uno siempre echa en falta las buenas traducciones y, en especial, de estos monstruos de la…
Es una lástima que en este post tan bonito haya una traducción tan pobre... Para hacer justicia al poema y…
Propongo una explicación ( ) de este hermoso y potente texto, tanto para hacerle justicia como para hacer justicia a…
Magistral ndalfonso
Vamos, vamos, muchachos, que posiblemente ni siquiera habéis leído a Dante, ¿acaso pretendíais leer Miércoles de Ceniza de corrido, como…
Aprovecharé este poema para explicarme —a mí mismo sobre todo— algunos asuntos de la poesía y la poética que, estando…
Carlos para los poetas --y, en general, para los escritores-- introducirse en el mercado editorial es un auténtico drama, ya…
Me imaginaba los premios y el amaño detrás de cada uno, pero ahora confirmo mis sospechas. Qué desilusión. La verdad.…
Me parece un buen poema; antes, cuando entonces, hubiera dicho que necesito que un poema tenga imágenes concretas, imágenes reales,…
No quiero seguir hablando, gracias. NdAlfonso