jaime gil de biedma: del año malo
el cielo es negro y gris
y rosa en sus extremos
jaime gil de biedma: canción de aniversario
mientras el cuarto se nos puebla
de sol y vecindad tranquila
jaime gil de biedma: barcelona ja no és bona o mi paseo solitario en primavera
y el vaivén de las rosas de la pérgola
parpadea en la sombra
de sus pacientes ojos
jaime gil de biedma: lectura en la residencia: 9 de diciembre de 1988 [y 3ª parte]
se articula sobre una acción física exterior,
lo cual ya siempre da un principio de orden
jaime gil de biedma: lectura en la residencia: 9 de diciembre de 1988 [2ª parte]
Soldado de la guerra perdida de la vida,
mataron mi caballo, casi no lo recuerdo
jaime gil de biedma: lectura en la residencia: 9 de diciembre de 1988 [1ª parte]
porque conozco el día que me espera,
y no por el placer
jaime gil de biedma: de ·las personas del verbo·: los aparecidos
la muerte estaba
ya entre nosotros sin saberlo
jaime gil de biedma: en ·las personas del verbo· : de ·por vivir aquí· : noches del mes de junio
las lágrimas
por ser más que un hombre
jaime gil de biedma: arte poética: de ·compañeros de viaje·
el gran boquete abriéndose
hacia dentro del alma
la especial sonoridad del aire
jaime gil de biedma
noches del mes de junio
a Luis Cernuda
Alguna vez recuerdo
ciertas noches de junio de aquel año,
casi borrosas, de mi adolescencia
(era en mil novecientos me parece
poca hacienda y memoria ninguna
de Vita beata
En un viejo país ineficiente,
algo así como España entre dos guerras
civiles, en un pueblo junto al mar,
poseer una casa y poca hacienda
un desolador deseo de esconderse
aunque sea un instante
Aunque sea un instante, deseamos
descansar. Soñamos con dejarnos.
No sé, pero en cualquier lugar
con tal de que la vida deponga sus espinas.
