las mujeres que aparecen en los sueños de los buscadores de oro
El amor y todo
Bella como las mujeres que aparecen en los sueños
/de los buscadores de oro,
honda como la música de la obsesión surgiendo
/de los bares portuarios entre copa de delirio
pessoa: libro del desasosiego 66
66
Siempre que pueden se sientan en frente del espejo.
Hablan con nosotros y se cortejan con los ojos a sí mismos.
A veces, como en los noviazgos, se distraen de la conversación.
von stuck: salomé
salomé
Salomé tiene una boca tajada, un tajo, una herida larguísima que
es una sonrisa sin sonrisa, más bien una satisfacción en la boca.
Está en medio de una noche abierta, completa, entera, total.
ciertas piedras que me han esperado muchos años
La poesía es un atentado celeste
Yo estoy ausente, pero en el fondo de esta ausencia
Hay la espera de mí mismo.
Y esta espera es otro modo de presencia
La espera de mi retorno
quién puso la base del arco iris
Dame el ocaso en una copa,
enumérame los frascos de la mañana
y dime cuánto hay de rocío,
dime cuán lejos la mañana salta-
conejos con los ojos en blanco
Tulipanes rojos
Tulipanes rojos
que viven en su muerte
abochornados de azul selvático
tulipanes
que se vuelven alas
parejas vivas: charo y josele
Rosario y Josele
A veces la vida no es lo que parece, a veces parece lo contrario
de lo que es. Otras veces, sin embargo, apariencia y realidad
coinciden plena y completamente, sin la menor duda ni fisura;
son las menos, pero algunas veces apariencia y realidad coinciden, sí.
merodeos urbanos y suburbanos: la ciudad
la ciudad
El fotógrafo del movimiento nos ha abierto una ventana
caliente y panorámica sobre una calle, sobre un paisaje
urbano con gente urbana, que produce en el espíritu una
sensación similar a la de un baño de multitud
se llamaba doña cándida raposa
Ruido de pasos
De El viacrucis del cuerpo, 1974
-Tenía ochenta y un años de edad. Se llamaba doña Cándida Raposa.
Esa señora tenía el deseo irreprimible de vivir.
El deseo se sustentaba cuando iba a pasar los días a una hacienda
desde mi diminuto olvido
Escribo como fuego o miedo o pecho
postales y amenazas, una postal para enviártela
a tu dirección antigua, desde mi diminuto olvido,
¿te apetece un café?
Idea
Me vino a la cabeza una idea ¿para un verso? ¿un poema?
Muy bien – le digo- quédate, hablemos.
Tienes que contarme más de ti.
Ella me murmura algo al oído.
spoon river: margaret fuller slack
Margaret Fuller Slack
Podría haber sido tan grande como George Eliot
pero el destino no quiso.
Miren la foto que me hizo Penniwit,
con el mentón apoyado en la mano y los ojos profundos,
recios como las patatas, como las piedras, sin conciencia
Poemas, patatas
La palabra, definiendo, amordaza; el verso trazado
Destierra a sus iguales más vaporosos, y medra, asesino,
En organizaciones que los versos imaginados
pero ¿qué vio la paloma antes de caer?
La muerte y sus disfraces
Un viejo en camiseta, sudoroso y solitario,
espera, como todos los atardeceres,
que la noche o la muerte lleguen,
mientras se abanica incansable frente al televisor.
poéticas: archibald macLeish
Ars Poetica
Un poema debe ser palpable, y mudo
Como una fruta redonda
Sin voz
Como viejos medallones contra el pulgar
