jugaba a los caballos y era muy bueno en eso
charles bukowski
olvídate
ahora, escucha,
cuando muera no quiero ningún llanto,
solamente pon
los trámites en marcha,
he tenido una vida excesiva,
y la hora quieta llegue desde el mar cabalgando
dylan thomas
negativa a lamentar la muerte por fuego de una niña en londres
Nunca antes de que el hombre creara
pájaro bestia y flor
y toda la humillante oscuridad
diga silenciosa la manifestación de la última luz naciente
como cantándole cantándole
juan gelman
lamento por las manos de astor frederick
cuando astor frederick murió
plegó alitas y dejó sobre todo sus penas
y como un brillo o resplandor
que lo seguía en el entierro
una o dos veces, todo el mundo lo hace
raymond carver
nyquil
Llámalo voluntad de hierro. Pero durante meses
nunca tomé la primera copa
antes de las once de la noche. No está tan mal,
después de todo. Eso fue en la primera
él aún podría aparecer, creemos
saskia hamilton
empieza a llover
Mi amigo, uno de los cuatro jinetes del apocalipsis,
es capaz de divisar a los otros, «poniéndonos en peligro».
Nos dirigimos al Seven Stars a beber algo.
Los parroquianos se desparraman con la noche,
de sillas, de atardeceres extra, de pistolas
roberto bolaño: los perros románticos
los perros románticos
En aquel tiempo yo tenía veinte años
y estaba loco.
Había perdido un país
pero había ganado un sueño.
merodeos populares: sol y sombra
merodeos populares
sol y sombra
Del sol a la sombra y sin azulejos, esta hermosa
mujer se ha sentado en la tierra del suelo y,
como una cabra, mastica
cómo debería ser la vida
philip larkin
belleza esencial
En fotos grandes como habitaciones que miran a todas partes
y bloquean las calles con panes gigantes,
tapan tumbas con natillas, ocultan suburbios diciendo maravillas
de aceites de motor y lonchas de salmón, brillan
cada cosa exhala un sabor
cesare pavese
grappa en septiembre
Las mañanas transcurren claras y desiertas
sobre las orillas del río, que al alba se enturbia
y oscurece su verde, en espera del sol.
El tabaco, que venden en la última casa
abren zanjas oscuras en el rostro
césar vallejo
los heraldos negros
Hay golpes en la vida, tan fuertes… ¡Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma… ¡Yo no sé!
ah, mis queridos pupilos!
leonard cohen
goebbels abandona su novela y se afilia al partido
Su último poema de amor
se rompió en la bahía
donde rubios personajes blasfemaban
cargando chatarra
has vaciado los ojos del león
rene char
yo habito un dolor
No dejes el cuidado de gobernar tu corazón a
esas ternuras parientas del otoño del que ellas toman
su plácido aspecto y su afable agonía.
El ojo es precoz para plegarse.
estaba tan sedienta de amor!
edgard lee masters: antología de spoon river
minerva jones
Yo soy Minerva, la poetisa del pueblo,
la irrisión de los patanes de la calle
porque era gorda, bizca y me balanceaba al andar,
