NdAlfonso

c. j. cela

Las gruesas, las tremendas, las

monstruosas señoras de la piscina,

todas madres, llevaban ya cinco días

francis ponge

la palabra ahogada bajo las rosas

Una rosa, ya de por sí, es excesiva, 

como varios platos superpuestos

ante un mismo comensal. 

marcial

la nieve tiñe el manto de Horacio

contemplaba recientemente

Horacio una lucha de gladiadores

giannuzzi

sin señales

Quinientas habitaciones tiene este edificio.

No sé quién vive del otro lado de la pared.

Aplico a veces el oído, como un médico

la miel canto III

Mi hermano trabaja en la oficina

de telégrafos de la estación

donde desde hace cuarenta años

camilo josé cela

El sacristán Celso Tembura, al que llaman

Arneirón los amigos, otros le dicen Cornecho

y él tampoco lo toma a mal,

giannuzzi

meditación detrás de los cristales

Cuando mueves la cola

aplaudo públicamente, pero en privado

escucho una nostalgia

rené char

Estabas loca.
¡Qué lejos queda!
Moriste, con un dedo delante de los labios,

wislawa szymborska

rehabilitación

Aprovecho el más antiguo derecho de la imaginación

y por primera vez en la vida convoco a los muertos,

observo sus rostros

francis ponge

el molusco

El molusco es un ser  —casi una— cualidad .

No necesita armazón, sino sólo una muralla;

es algo como el color en un tubo. 

granada

paraíso cerrado para muchos

Granada ama lo diminuto.

Y en general toda Andalucía.

El lenguaje del pueblo pone los verbos en diminutivo.

el nadador

Era uno de esos domingos de mitad

de verano en que todo el mundo repite:

«Anoche bebí demasiado.»