NdAlfonso

series: parejas vivas: 1. tucsa y palomo

 

tucsa y palomo

 

– Tucsa, voy a matarte. Antes que separarnos te mato; ya sabes que no acepto, que no tolero la separación.

Después me mataré yo, claro, como corresponde a mi honor y a mi dignidad de caballero.

– ¿Y por qué no te matas tú antes, Palomo? A lo mejor después me mato yo también, pero sólo a lo mejor.

 

 

leer más

ser un mecedor de abedules

 

Abedules

 

Cuando veo abedules doblados a izquierda y derecha

a lo largo de las filas de árboles más oscuros y rectos,

me gusta creer que algún chico los ha estado meciendo.

Pero mecerlos no los hace quedarse doblados como lo hacen

 

 

leer más

la carne es triste y leí todos los libros

 

Brisa marina

 

Leí todos los libros y es, ¡ay! , la carne triste.

¡huir, huir muy lejos! Ebrias aves se alejan

entre el cielo y la espuma. Nada de lo que existe,

ni los viejos jardines que los ojos reflejan,

 

 

leer más

en dourdan vas a reventar como una rata

 

Paris-Dourdan

 

En Dourdan la gente revienta como ratas. Al menos, es lo que asegura Didier,

uno de los secretarios de la oficina en que trabajo.

Para soñar un poco, yo me había comprado el horario del RER – línea C.

Me imaginaba una casa, un bull-terrier y petunias.

 

leer más

nadie admite la existencia real de otra persona

 

135

 

Una de mis preocupaciones constantes es el comprender cómo es que otra

gente existe, cómo es que hay almas que no sean la mía, conciencias extrañas a mi

conciencia, que, por ser conciencia, me parece ser la única. Comprendo bien que el

hombre que está delante de mí, y me habla con palabras iguales a las mías, y me

ha hecho gestos que son como los que yo hago o podría hacer, sea de algún modo

 

 

leer más

tal vez algas

 

IV-Del gusto

 

Hay sal sobre los labios. En la lengua,

un resto de naufragios y sirenas,

tal vez algas, y el gusto de los fondos

espumosos y verdes del océano.

 

 

leer más

espérame en el objeto que amo eternamente

 

El principio y el fin

 

Cuando abro en los objetos la puerta de mí mismo:

¿quién me roba la sangre, lo mío, lo real?

¿Quién me arroja al vacío cuando respiro? ¿Quién

es mi verdugo adentro de mí mismo?

 

 

leer más
  1. Propongo una explicación ( ) de este hermoso y potente texto, tanto para hacerle justicia como para hacer justicia a…

  2. Aprovecharé este poema para explicarme —a mí mismo sobre todo— algunos asuntos de la poesía y la poética que, estando…

  3. Me parece un buen poema; antes, cuando entonces, hubiera dicho que necesito que un poema tenga imágenes concretas, imágenes reales,…

  4. Tiene usted razón (ya estará acostumbrado) .Pero yo en mi infinita ignorancia pensaba que hablábamos de muerte y religión, no…