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las tiendas me mirarían

 

No se lo dije al jardín todavía

no sea que me conquiste,

no tengo suficiente fuerza ahora

para decírselo a la abeja,

 

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clarice lispector: los obedientes

 

Los obedientes

 

Se trata de una situación simple, un hecho para contar y olvidar.

Pero si alguien comete la imprudencia de detenerse un instante

más de lo que debe, un pie se hunde dentro y uno queda comprometido.

Desde ese instante en que también nosotros nos arriesgamos, ya no se

trata de un hecho para contar

 

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el copo de nieve de koch

 

el corazón

 

Existe en matemáticas

una curva distinta a la que algunos,

los que nunca han dudado,

llaman curva de Koch.

 

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dime cómo o, por lo menos, cuándo

 

llámame sloan

 

Hoy he ido a visitar a papá, o tal vez fue ayer. No lo sé.

Llámame sloan, me ha dicho, mi cuerpo se llama sloan

y mis palabras preferidas son vulnerable, azafrán y puerto,

 

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si oye un sabor de pan, un tacto de dedos

 

Instrucciones para cantar

 

Empiece por romper los espejos de su casa,

deje caer los brazos, mire vagamente la pared, olvídese.

Cante una sola nota, escuche por dentro.

Si oye (pero esto ocurrirá mucho después) algo como

 

 

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diré esa muchacho, violando las reglas gramaticales

 

16

 

He meditado hoy, en un intervalo de sentir, en la forma de prosa que uso. En

verdad, ¿cómo escribo? He tenido, como todos han tenido, el deseo pervertido de

querer tener un sistema y una norma. Es cierto que he escrito antes de la norma y

 

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