césar vallejo

pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo

césar vallejo

 

XII

 

Masa

 

 

Al fin de la batalla,

y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre

y le dijo: «No mueras, te amo tánto!»

Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

 

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diciembre con su 31 pieles rotas

césar vallejo: trilce

 

XXI

 

En un auto arteriado de círculos viciosos,

torna diciembre qué cambiado,

con su oro en desgracia. Quién le viera:

 

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y desfila por el color amarillo a llorar

césar vallejo

 

el buen sentido

 

 

 

—Hay, madre, un sitio en el mundo, que se llama París.

Un sitio muy grande y lejano y otra vez grande.

Mi madre me ajusta el cuello del abrigo, no porque

empieza a nevar, sino para que empiece a nevar.

 

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el traje que vestí mañana

 

césar vallejo

 

trilce VI

 

El traje que vestí mañana

no lo ha lavado mi lavandera:

lo lavaba en sus venas otilinas

 

 

‘no se entiende, mamá’

 

 

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mi metro está midiendo ya dos metros

césar vallejo: poemas en prosa

 

lomo de las sagradas escrituras

 

Sin haberlo advertido jamás, exceso por turismo

y sin agencias

de pecho en pecho hacia la madre unánime.

Hasta París ahora vengo a ser hijo

 

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que muestre las dos manos a la vez

césar vallejo

 

nómina de huesos

 

 

 

Se pedía a grandes voces:

 

—Que muestre las dos manos a la vez.

Y esto no fue posible.

—Que, mientras llora, le tomen la medida de sus pasos.

 

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con qué ser pobre?

césar vallejo

 

viniere el malo, con un trono al hombro

 

 

Viniere el malo, con un trono al hombro,

y el bueno, a acompañar al malo a andar,

dijeren «sí» el sermón, «no» la plegaria

y cortare el camino en dos la roca…

 

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  1. El poeta nos cuenta dos asuntos cuya única conexión es, en apariencia, el dolor, el sufrimiento: el llanto de su…

  2. . Creo que se puede decir que el poeta habla de la herida poética y de la palabra de la…