Introducción a la poesía
Les pido que cojan un poema
y lo sostengan a la luz
como a una diapositiva a color
y desfila por el color amarillo a llorar
El buen sentido
—Hay, madre, un sitio en el mundo, que se llama París.
Un sitio muy grande y lejano y otra vez grande.
Mi madre me ajusta el cuello del abrigo, no porque empieza a nevar,
te amo mucho en mis ojos
Arte de anochecer
Soñaré contigo en el valle oscuro, princesa.
Ha de ser como yo quiera no como tú desees
porque soy alegre y te quiero roja en lo profundo.
rojo moverse tenso ajeno
El número 5
Entre la lluvia
y las luces
vi el número 5
de oro
en un coche
después me miraba con condescendencia
Hoy le he puesto a alguien
un sombrero
No sé si le he hecho
desaparecer (de sí mismo)
cuando yo muera de vida y no de tiempo
Epístola a los transeúntes
Reanudo mi día de conejo
mi noche de elefante en descanso.
Y, entre mí, digo:
ésta es mi inmensidad en bruto, a cántaros
normalmente era un lugar tranquilo
Hotel Insomnia
Me encontraba a gusto en mi pequeño agujero
la ventana daba a una pared de ladrillo.
En el cuarto de al lado había un piano.
mientras esa mujer
Vermeer
Mientras esa mujer del Rijksmuseum
con esa calma y concentración pintadas
siga vertiendo día tras día
leche de la jarra al cuenco
me da vergüenza ser miembro de la especie humana
revolución
suena muy romántico, ya sabes. pero no lo es. es sangre y tripas y locura;
es niños asesinados por interponerse en el camino,
niños que no entienden qué coño está pasando.
‘he nacido para robar rosas
de las avenidas de la muerte’
hay un pájaro azul en mi corazón
pájaro azul
hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí dentro, no voy
a permitir que nadie
‘la muerte se está fumando mis cigarros’
con cinco diminutas ferocidades
Nanas de la cebolla
La cebolla es escarcha
cerrada y pobre
escarcha de tus día
y de mis noches.
Hambre y cebolla:
Saint-John Perse en el Nobel 1960
La poesía
Saint-John Perse en el Nobel 1960
He aceptado para la poesía el homenaje que aquí se le rinde,
y tengo prisa por restituírselo.
La poesía no recibe honores a menudo.
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Pues se agradece, Master, uno siempre echa en falta las buenas traducciones y, en especial, de estos monstruos de la…
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No quiero seguir hablando, gracias. NdAlfonso