poesía

canto XXXIV

 

ezra pound

 

Una dama me pide

Que hable en buena sazón

Busca la razón de un afecto, loco a veces

 

 

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blues de la casa

 

antonio gamoneda

 

En mi casa están vacías las paredes

y yo sufro mirando la cal fría.

Mi casa tiene puertas y ventanas:

 

 

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las ganas satisfechas

 

henri michaux

 

 

No he hecho daño a nadie en la vida.

Sólo tenía las ganas.

Pronto ya no tenía más ganas. 

 

 

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collected poems: new poems: 19

 

e. e. cummings

 

que mi corazón siempre esté abierto a los pequeños

pájaros que son los secretos del vivir

lo que sea que canten es mejor que saber

 

 

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soneto del agujero del culo

 

verlaine & rimbaud ()

 

Oscuro y fruncido como un clavel violeta

respira, humildemente agazapado entre la espuma

húmeda aún de amor que sigue al dulce desliz

 

 

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misa final con caretón

 

marosa di giorgio

 

-Marisela señora. Señora Marisela.

Venga para acá. Volaba delante de ella,

esa especie de alguacil

 

 

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traspié entre dos estrellas

 

césar vallejo

 

¡Hay gentes tan desgraciadas, que ni siquiera

tienen cuerpo: cuantitativo el pelo,

baja, en pulgadas, la genial pesadumbre

 

 

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morada

 

jorge riechmann

 

En alguna parte un pájaro escrito hace explosión

pues sus plumas estaban ordenadas

como las últimas páginas de un libro

 

 

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