canción para un día de verano – Sylvia Plath
anduvimos (y aún caminábamos—
inconscientes de las magulladuras del sol)
sylvia plath: the moon and the yew tree
¡he caído tanto! las nubes están floreciendo
azules y místicas sobre el rostro de las estrellas
sylvia plath: soliloquio de la solipsista
sientes un amor
Lo bastante ardiente como para
experimentar la carne real
subieron al tren del que no se baja
sylvia plath
metáforas
Adivíname: nueve sílabas
tengo, elefante, casa grande,
melón con sólo dos tentáculos.
mientras deambulas, quizás, por áfrica
sylvia plath
la rival
Si la luna sonriese, se te parecería.
Das la misma impresión de ser algo hermoso,
Pero aniquilador. Las dos brilláis con una luz prestada.
Su boca en forma de O manifiesta su congoja
nuestra gente está flaca, es lamentable
sylvia plath
otoño de las ranas
El verano envejece, madre de sangre fría.
Hay escasez de insectos, y además vienen flacos.
En nuestro hogar palustre nosotras solamente
croamos y nos vamos marchitando.
mejillones, mortecinamente azules y llamativos
sylvia plath
la mejillonera de rock harbour
Llegué antes de que los acuarelistas
captasen la enjundia
de la luz del Cabo que barre
cascajo contra cristal adherido
adónde van los árboles negros que vienen aquí a beber?
sylvia plath
cruzando el agua
Lago negro, bote negro, dos personas negras de papel recortado.
¿A dónde van los árboles negros que vienen aquí a beber?
Sus sombras deben cubrir Canadá.
la campana muerta, la campana muerta
sylvia plath
muerte y compañía
Dos, sin duda hay dos.
Ahora resulta perfectamente natural.
El que jamas levanta la mirada
-como Blake, los ojos
morir es un arte, como todo lo demás
sylvia plath
Lady Lazarus
Lo he vuelto a hacer.
Lo consigo una vez cada diez años
Una especie de milagro andante, mi piel
resplandece como la pantalla de una lámpara nazi
con una túnica griega y un moño a lo psique
conversación entre las ruinas
Cruzando el pórtico de mi elegante casa, entras majestuoso,
Con tus salvajes furias, desordenando las guirnaldas de fruta
Y los fabulosos laúdes y pavones, rasgando la red
De todo el decoro que refrena el torbellino.
el amor te puso en marcha como a un gordo reloj de oro
Canción matinal
El amor te puso en marcha como
a un gordo reloj de oro.
La comadrona palmoteó
las plantas de tus pies y tu pelado llanto
mas, sin color, sin color, descoloridamente
amapolas en julio
Pequeñas amapolas, llamitas infernales,
¿es que no hacéis daño?
Se apagan y reviven. No puedo tocarlas.
recios como las patatas, como las piedras, sin conciencia
Poemas, patatas
La palabra, definiendo, amordaza; el verso trazado
Destierra a sus iguales más vaporosos, y medra, asesino,
En organizaciones que los versos imaginados
y me volvieron a pegar toda con cola
Papito
No serás, ya no
Nunca más, el zapato negro
En el que viví como un pie
Por treinta años, tonta y crédula
Osando apenas respirar o hacer atchís
no me oirás abrirlo: ni el crujir del papel
Regalo de cumpleaños
¿Qué es eso que hay detrás del velo? ¿es feo, es bonito?
¿Reluce , tiene pechos, tiene filos?
Estoy segura de que es único, de que es lo que deseo.
Cuando estoy cocinando en silencio, lo siento mirar, pensar:
mis rojos filamentos arden y resisten
Olmo
Para Ruth Fainlight
Conozco el fondo, dice ella. Lo conozco con mi profunda raíz.
Es lo que temes.
Yo no le temo: estuve ahí.
amor, amor, los humos subterráneos giran
Fiebre de 40º
¿Pura? ¿Qué es eso?
Las lenguas del infierno
Son torpes, torpes como las tres
Lenguas del Cancerbero gordo y torpe
con su lanza color pastel
El navegante
Cautivadora
Esta pequeña Odisea
En rosa y lila
Sobre una superficie de baldosas
De un suave turquesa difuminado
¿te casarás con ella, te casarás, te casarás?
El aspirante
En primer lugar, ¿eres como nosotros?
Llevas un ojo de cristal, una dentadura postiza o una muleta
o un tirante o un garfio
pechos ortopédicos o entrepierna ortopédica
y las flores tendrán tiempo para mí
Soy vertical
Pero preferiría ser horizontal.
No soy un árbol con las raíces en la tierra
absorbiendo minerales y amor materno
para que cada marzo florezcan las hojas,
