NdAlfonso

un pájaro muerto llamado azul

alejandra pizarnik

 

peregrinaje

a Elizabeth Azcona Cranwell

 

Llamé, llamé como la náufraga dichosa

a las olas verdugas

que conocen el verdadero nombre

 

 

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XI:139 (sol en mi boca)

e e cummings

 

XI:139 (sol en mi boca)

 

me abriré camino

hasta empapar mis muslos en

ardientes flores

me pondré el sol en la boca

 

 

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iremos todos a nuestro extremo límite

 

 

Para que los hombres

 

 

 

Para que los hombres no tengan vergüenza

de la belleza de las flores, para que las cosas

sean ellas mismas: formas sensibles o profundas

 

 

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el mar se ahoga con su métrica ardiente

 

 

En las cuadras del mar

 

 

En las cuadras del mar duermen términos blancos,

la espuma que crepita, la droga hecha de liquen que mueve a olvidar:

en los establos del mar reina la urraca, la intriga y la discordia,

 

 

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hasta ese aire infinito

 

 

cuando me encuentro deprimido

 

Cuando me encuentro deprimido y ansiosamente hosco

Lo único que debes es desnudarte

Y todo desaparece revelando la ternura de la vida

 

 

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una agonía tonta

theodore roethke

 

Casa abierta

 

 

Mis secretos gritan fuerte.

No tengo necesidad de lengua.

Mi corazón ofrece hospitalidad,

Mis puertas se abren libremente

 

 

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aquellos velos de gris telaraña de oro

 

 

XV

 

 

Sal, mi alma, de los helados sueños,

Del profundo sueño del amor y de la muerte,

Pues ¡mira! de suspiros se llenan los árboles

Cuyas hojas reprende la mañana.

 

 

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no tienen nada, excepto moscas secas

 

 

Los poetas resisten

 

 

Es difícil librarse de ellos,

aunque Dios sabe que se ha intentado.

Los encontramos en el camino

en actitud mendicante, con sus platos,

 

 

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