marosa di giorgio
árbol de magnolias
Árbol de magnolias, te conocí el día primero de mi infancia,
a lo lejos te confundes con la abuela, de cerca, eres el aparador
de donde ella sacaba el almíbar y las tazas.
marosa di giorgio
árbol de magnolias
Árbol de magnolias, te conocí el día primero de mi infancia,
a lo lejos te confundes con la abuela, de cerca, eres el aparador
de donde ella sacaba el almíbar y las tazas.
la naturaleza de los sueños
Al alba bebía la leche, minuciosamente,
bajo la mirada vigilante de mi madre;
pero, luego, ella apartaba un poco, volvía a hilar la miel,
insectos en la misa
Es a la siesta. Y en el comedor en penumbras no hay
nadie. Y si estuviese alguno sentado no se notaría. Se oye
una palabra diaria, pero dicha de un modo raro,
Las margaritas abarcaron todo el jardín,
primero fueron como un arroz dorado,
luego se abrían de verdad, eran como
pájaros deformes, circulares, de muchas alas
en torno de una sola cabeza de oro o de plata.
Tía Cármine era tan bella,
con vestido en revoltijo rosado
y el ramo de fresias que
perfumaban la casa y el cielo.
venía otra tormenta
Venía otra tormenta…después de todo
no iba a ser gran cosa, era una nube negra
por el aire y por la tierra
con la boca redonda en el centro
A veces, los caballos se reúnen allá.
Las lechuzas con sus sobretodos oscuros, sus lentes muy fuertes,
sus campanillas extrañas convocan a los hongos blancos
cuando nací había muchísimos higos
No puede ser, me dirán, si era invierno y hacía frío.
Sin embargo fue así; estaban en todos los árboles,
aun los que no eran higueras, y en medio de las flores.
Entraron unas mujeres bellísimas,
sin cuello ni cabeza,
con deslumbrantes trajes que parecían antiguos y modernos.
Faldas muy amplias, cintura justa y el busto acaso velado.
Iban descalzas con uñas bermejas, y tampoco tenían manos.
A veces, los caballos se reúnen allá.
Las lechuzas con sus sobretodos oscuros, sus lentes muy fuertes,
sus campanillas extrañas convocan a los hongos blancos como hueso,
como huevos. A veces tenemos hambre y no hay un animalillo que degollar.
Para cazar insectos
Para cazar insectos y aderezarlos, mi abuela era especial,
les mantenía la vida por mayor deleite
y mayor asombro de los clientes o convidados.
Mi alma es un vampiro grueso
Mi alma es un vampiro grueso, granate, aterciopelado.
Se alimenta de muchas especies y de sólo una.
La busca en la noche, la encuentra, y se la bebe, gota a gota, rubí por rubí.
Mi alma tiene miedo y tiene audacia.
Extraordinario poema
Aprecio enormemente muchos de los poemas de ¨De una niña de provincias que se vino a vivir en un Chagall¨,…
[…] “Al sol de Prestatyn” es un poema de Phillip Larkin donde se describe un cartel que encontramos al paso en una carretera.…
La alfabetización nos va a llevar a mundos que aún no son explorados para las personas que no exploran las…
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Pues se agradece, Master, uno siempre echa en falta las buenas traducciones y, en especial, de estos monstruos de la…
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Magistral ndalfonso
Vamos, vamos, muchachos, que posiblemente ni siquiera habéis leído a Dante, ¿acaso pretendíais leer Miércoles de Ceniza de corrido, como…
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Carlos para los poetas --y, en general, para los escritores-- introducirse en el mercado editorial es un auténtico drama, ya…
Me imaginaba los premios y el amaño detrás de cada uno, pero ahora confirmo mis sospechas. Qué desilusión. La verdad.…
Me parece un buen poema; antes, cuando entonces, hubiera dicho que necesito que un poema tenga imágenes concretas, imágenes reales,…
No quiero seguir hablando, gracias. NdAlfonso