autores

estás tan solo, flaco de pronto

 

Instrucciones para el difunto

 

La muerte es una cosa

¿cómo decir?, que viene

de alguna forma en forma de herradura

y es incrustable al rostro.

Todos te miran, dicen:

 

leer más

el dolor encarcelado del mar

 

Espuma

 

Miro la espuma, su delicadeza

que es tan distinta a la de la ceniza.

Como quien mira una sonrisa, aquella

por la que da su vida y le es fatiga

y amparo, miro ahora la modesta

 

leer más

una alcachofa con seis tonos azules

 

Cuando compro cuadros

 

o- lo que está más cerca de la verdad-

cuando contemplo aquello de lo que me puedo imaginar dueña,

prefiero lo que podría darme placer en cualquier momento:

la sátira de la curiosidad en la que sólo es discernible

 

leer más

necesitaba unos dientes de hombre

 

Valentín el Roto

 

Perdió la cara al sentir de pronto el vacío,

todo el vacío ecuestre que llevaba dentro:

grande como una catedral de papel y

doloroso como un rincón clavando las espuelas.

 

leer más

merodeos: muchacha aposentada en lo duro y gris

 

El fotógrafo cruel del rosa al amarillo, nos ha dejado abierta una

ventana en la que, siendo un poco exigentes, no se ve –cabalmente- nada,

pero quizá nos convenga quedarnos cerca de la muchacha que está

en un descanso de canguro,

 

leer más

haré novillos el día de mi funeral

 

El testamento

 

Yo estaré triste como un sauce

cuando el Dios que me sigue por todas partes

me diga, la mano en el hombro

“Vete a ver si estoy allá arriba”.

 

leer más

quién de nosotros tiene un ojo de vidrio

 

La certeza

 

Después de cuatro horas de tortura, el Apache y los otros dos cuilios

le echaron un balde de agua al reo para despertarlo y le dijeron:

«Manda decir el Coronel que te va a dar una chance de salvar la vida.

 

leer más

porque todo es igual y tú lo sabes

 

Porque todo es igual y tú lo sabes

has llegado a tu casa y has cerrado la puerta

con aquel mismo gesto con que se tira un día,

con que se quita la hoja atrasada al calendario

 

leer más

los ojos brillantes bajo la cresta leonada

 

Punk con salterio

 

Estaba de pie al final del vagón.

Un gigante espantoso vestido de cuero negro,

con franjas y clavos y el pelo rojo cortado a lo mohicano.

Ha venido a sentarse en el asiento de al lado.

 

leer más