me pregunto si está ahí
pobreza
es el hombre al que nunca has visto
el que te sostiene en marcha,
el que ha de llegar
algún día.
‘la gente sin amor las calles la soledad las paredes son míos también’
cuando el precio no sea para siempre
las damas del verano
las damas del verano
morirán como la rosa
y la mentira
las damas del verano amarán
‘como los ojos de un tigre mirando el pasado en el viento’
las almas de los animales muertos
las almas de los animales muertos
detrás del matadero
doblando la esquina, había
un bar
y me sentaba allí
dile a baudelaire una cosa bonita
Epílogo
Dile a Baudelaire una cosa bonita.
Háblale de nuestra muerte más hermosa,
cédele un poco de nuestro país de espectros,
caminemos con él como camaradas o
en el suelo en medio de los gritos
El albatros
A menudo, para divertirse, los marineros
Cazan a los albatros, enormes aves de los mares,
Que siguen, indolentes compañeros de viaje,
Al navío que se desliza sobre los abismos amargos.
merodeos populares: vestida de larga sangre
vestida de larga sangre
Aymeline se ha instalado en modo promiscuo
en un callejón del mundo, bien apalancada
contra la pared y con un vestido largo de
sangre apenas coagulada que es una roja
sentías las telarañas obstruyéndote los pulmones
El granero
El maíz triturado yacía apilado como migas de marfil
O sólido como el cemento en sacos de dos asas.
La mohosa oscuridad almacenaba una armería
da saltitos variables por las calles y desocupa más sitio que el que ocupa
I: 57
El hombre pierde la vida y otras cosas,
se ensucia con cualquier crecimiento,
no aprenderá nunca a vestirse
y es un inexplicable ensayo de la muerte.
vivimos en un anochecer de la conciencia
385
Toda la vida del alma humana es un movimiento en
la penumbra. Vivimos, en un anochecer de la conciencia,
nunca seguros de lo que somos y de lo que nos
suponemos ser.
no soy el color rojo, ni el rosa, ni el amarillo que nace lentamente
Vida
Esa sombra o tristeza masticada que pasa doliendo no
oculta las palabras, por más que los ojos no miren lastimados.
Doledme.
modigliani: nadadora de noche, nadadora
nadadora de noche, nadadora
Una mujer longitudinal cruza el cuadro,
nadadora de noche, nadadora. Merodeando,
uno piensa –y humildemente propone- que el pintor
descubrió a la mujer binaria
me está matando tanta dicha
sobre un tema de J.M.M.
No quiero ser feliz. Estoy enfermo
de haberlo sido tanto. Me fastidia
que la gente me quiera y que los dioses
me protejan. Renuncio a ser el centro
pequeñas forasteras y personas gratamente infelices
Infancia
I
Este ídolo, de ojos negros y pelaje
amarillo; sin parientes ni corte, más noble
que la fábula, mejicano y flamenco;
‘esto es poesía, mamá’
polvo serán, mas polvo enamorado
Amor constante más allá de la muerte
Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
sufren una enfermedad que sólo la luz puede curar
Júpiter tiene sesenta y una lunas
No hay diferencia entre escribir
lo que oyes y escribir lo que deseas haber oído.
En Júpiter hay 61 colores,
el cuerpo es la causa del amor
El cuerpo es la causa del amor
El cuerpo es la causa del amor;
después de eso, la fortaleza que lo protege;
después de eso, la prisión del amor.
tantas casas llamadas hogar, días llamados hoy
b a c h
Antes de encontrarnos,
pero ¿cuándo era eso?
Hay más preguntas
que cualquier otra cosa.
para mí américa ya no existe, australia igual, la china es un olor
Canto segundo
Esta mañana apenas había cruzado la puerta
y ya me parecía haber olvidado algo en la casa.
Di dos pasos hasta el albaricoquero
donde el silencio desarrolla su líquida especia
La muerte
No inventemos sus aguas. Ni intentemos
adivinar torpemente sus cauces deliciosos,
sus escondidos remansos. De nada vale
hacerse el familiar con ella.
condena para los zapatos
¿Es la Dicha, entonces, un Abismo
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¿Es la Dicha, entonces, un Abismo
en el que no debo poner el pie equivocadamente
por temor a estropear mis zapatos?
ayudadme a ser hombre
El hambre
Tened presente el hambre: recordad su pasado
Turbio de capataces que pagaban en plomo.
Aquel jornal al precio de la sangre cobrado,
pero si hay luna llena, lo sabemos
Romanticismo
A Linda Gregg,
tras la lectura de Clasicismo.
Las noches son muy oscuras aquí.
Pero si hay luna llena, lo sabemos:
entonces que seas del montón
Nacida ayer
Para Sally Amis
Brote aún sin abrir,
te he deseado algo
que ningún otro te deseará:
no lo de siempre:
