antonio gamoneda: de lápidas: bellos son los cadáveres azules
y la sombra es verde
delante de nuestros pasos
antonio gamoneda: de lápidas: veo el caballo agonizante
junto al pozo de aguas oscuras
y las gallinas a su alrededor
emily dickinson: poemas a la muerte: 277: ¿y si dijera que no voy a esperar?
¿si rompiera las Puertas de la carne
y las cruzara huyendo
ensayo: alfred kazin: eliot y pound en europa
es perfectamente obvio
que no todos habitamos el mismo tiempo
ginta lapina
más bien sobrante, aumentativa, con una buena
ración de pétalos entre la piel y el alma
marosa di giorgio: la edad anaranjada: mi alma es una gasa inmensa
en la honda oscuridad están sus
ojos brillantes, fijos, celestes, de muñeca
paul verlaine: les poètes maudits de sáftsàck: 1
Tristan Corbière, Arthur Rimbaud, Stéphane Mallarmé,
Marceline Desbordes-Valmore, Auguste Villiers de L’Isle-Adam,
y Pobre Lelian
emily dickinson: poemas a la muerte: 258: hay una cierta luz sesgada
cuando llega, el Paisaje presta oído —
y las Sombras — contienen el aliento —
césar vallejo: de trilce: XXXIII: si lloviera esta noche
traza de haber tenido
por las narices
a dos badajos inacordes de tiempo
en una misma campana
aleixandre: espadas como labios: la palabra
un caracol pequeñísimo
convertido en una sonrisa arrollada
emily dickinson: poemas a la muerte: 255: morir lleva muy poco tiempo
tan sólo es un desmayo
— por etapas
tres cartas conyugales: antonin artaud
no es preciso siquiera que esa mujer sea hermosa,
tampoco quiero que tenga una excesiva inteligencia,
y menos aún que piense demasiado
emily dickinson: poemas a la muerte: 241: me gusta cómo luce la agonía
se vidrian nuestros Ojos
— es la Muerte
marosa di giorgio: venía otra tormenta
la gallina gris parda corrió por la sombra
y quedó inmóvil bajo la luz de plata
antonio gamoneda: de descripción de la mentira: un olor a mercados
todas las cosas comunican miedo
y los caballos agonizan
henri michaux: de la vida en los pliegues: acerca de la dificultad de volver atrás
si sus ruedas desmesuradas
realmente habían pasado sobre mí
césar vallejo: de trilce: este piano viaja para adentro
piano oscuro ¿a quién atisbas
con tu sordera que me oye,
con tu mudez que me asorda?
vicente aleixandre: la destrucción o el amor: corazón en suspenso
un pájaro solo -quizá sombra,
quizá la dolorosa lata triste
t s eliot: ensayo: la función social de la poesía
si no tenemos literatura viva nos
alienaremos más y más en la literatura del pasado
antonio gamoneda: edad V: exentos II: no es la materia
las débiles cabezas,
las unánimes, y sus labios
dario fo: ocho monólogos: 6: yo, ulrike, grito
para no molestar los sueños serenos
de los ciudadanos felices de este país limpio
baudelaire: poemas en prosa: un caballo de raza
y nada de fatigoso hubo jamás
en lo servil de su ternura
marosa di giorgio: al mediodía, las ásperas magnolias
y el bebé con sus plumas.
No se sabía si era niño o era niña
albert camus: el extranjero: incipit
Aujourd’hui, maman est morte.
Ou peut-être hier, je ne sais pas.
emily dickinson: 113: nuestra parte de noche soportar
[atento, es emily
dickinson]
aquí una estrella,
allí una estrella,
pessoa: libro del desasosiego 472
una espiral es una serpiente sin
serpiente enroscada verticalmente en ninguna cosa
juan gelman: lamento por la muerte de parsifal hoolig
y a unos se les caía el pecho
y la espalda a otros y nada a los demás
lluís llach: a ras de tierra
a ras de tierra para oír los reniegos
que dice la gente de aquí
que dice la gente como yo
dino buzzatti: las noches difíciles: accidentes de tráfico
¿veis esos dos faros que se acercan, de color azul?,
debe ser un Continental último modelo
baudelaire: any where out of the world
más lejos de la vida todavía si es
posible; instalémonos en el polo
marosa di giorgio: cuando fui de visita al altar
vino la vaca de cara triste,
el conejo, la nieve y una mosca
robert frost: abedules: otras 2 versiones
eso fui yo también, mecedor de abedules;
y así otra vez sueño en volver a serlo
robert frost: abedules: 3 versiones
y subir hacia el cielo, hasta que el abedul,
doblándose vencido, me volviese a la tierra
rilke: cartas a un joven poeta 9
cada incremento es bueno si está
en toda su sangre, si no es ebriedad
o turbulencia
dario fo: ocho monólogos: 5: monólogo de la puta en el manicomio
tú resoplas encima de mi,
pero yo no estoy
cavafis: velas: κεριά
Δεν θέλω να γυρίσω να μη διω και φρίξω
τι γρήγορα που η σκοτεινή γραμμή μακραίνει,
τι γρήγορα που τα σβυστά κεριά πληθαίνουν.
emily dickinson: poemas a la muerte: 50
no lo diré en la calle, pues las tiendas
me mirarían, fijamente
